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NOTICIAS DE LA INDUSTRIA

¿La interrupción de las redes 2G y 3G dejará a los usuarios de itinerancia sin conectividad?

Will the discontinuation of 2G and 3G networks leave roaming users without connectivity?

A medida que avanzamos hacia la era de las redes de próxima generación, numerosos países están eliminando progresivamente su dependencia de las tecnologías 2G y 3G. Si bien esta transición es necesaria para que el sector de las telecomunicaciones evolucione (“fuera lo viejo y entre lo nuevo”), conlleva el riesgo potencial de desconectar involuntariamente a los usuarios de itinerancia internacional si no se toman las medidas adecuadas. A medida que varios países retiran sus redes 2G o 3G a diferentes velocidades, la interoperabilidad de los servicios de roaming está en juego. Esta situación podría potencialmente exacerbar la brecha digital y afectar a servicios cruciales como las comunicaciones de emergencia. Desde hace algún tiempo se prevé la interrupción gradual de las redes más antiguas; por ejemplo, AT&T inició la descontinuación de 3G ya en 2017. Los operadores de todo el mundo están siguiendo el ejemplo con diferentes grados de urgencia, lo que resulta en un número cada vez mayor de “extinciones” de redes completadas. Por ejemplo, 2G se ha retirado por completo en más de diez países de todo el mundo. En Europa, ocho operadores tienen planes de hacer lo mismo antes de 2025, junto con 19 abandonos de 3G previstos en el mismo plazo.

Si bien estos ocasos crean desafíos a corto plazo para los operadores (Verizon perdió más de un millón de suscripciones debido a su cierre de 3G), el beneficio a largo plazo radica en liberar espectro y ancho de banda esenciales para el despliegue acelerado de redes 4G y 5G. Cuando O2 Telefónica retiró su red 3G en 2021 para facilitar servicios 4G y 5G más eficientes, logró una reducción de 90% en el consumo de energía por byte transmitido.

Desafíos para los roamers en redes 2G/3G

Aparte de los plazos variables de las caídas de las redes, ciertos operadores, particularmente en numerosos países africanos, todavía dependen en gran medida de las redes 2G y 3G. Esto implica que los roamers que hacen la transición entre estas redes y países que han sufrido caídas de red (o viceversa) podrían encontrar problemas de conectividad. Esta situación presenta varios problemas:

Ampliación de la brecha digital: a medida que las redes 2G y 3G se eliminan gradualmente, quienes dependen de estas tecnologías heredadas pueden encontrar opciones de conectividad limitadas o nulas cuando viajan internacionalmente. Esto podría exacerbar aún más la brecha digital existente, afectando desproporcionadamente a los usuarios en regiones con acceso limitado a redes avanzadas.

Preocupaciones de seguridad: la interrupción de las redes 2G y 3G podría impedir la capacidad de los usuarios de roaming para comunicarse con los servicios de emergencia, lo que podría comprometer la seguridad pública. Las redes extintas manejan el tráfico de voz de manera diferente a través de Voz sobre LTE (VoLTE), que no es intrínsecamente compatible con los métodos de las redes más antiguas. Los roamers podrían verse imposibilitados de realizar llamadas de voz y, en consecuencia, de comunicarse con los servicios de emergencia.

Pérdida de ingresos para los operadores: Por último, el alejamiento de las redes 2G y 3G plantea desafíos financieros para los operadores, ya que corren el riesgo de perder ingresos debido a los roamers que ya no pueden acceder a estas redes. Los operadores deben lograr un cuidadoso equilibrio entre capitalizar nuevas oportunidades de conectividad y garantizar una experiencia perfecta para los roamers que realizan la transición desde redes más antiguas.

Para garantizar una cobertura integral a los clientes durante la era de la extinción, los operadores deben buscar soluciones de roaming que permitan a los usuarios acceder a redes que de otro modo serían inaccesibles.

¿Puede VoLTE proporcionar una solución?

Las soluciones basadas en VoLTE (Voz sobre LTE) podrían ser la solución para cerrar la brecha entre 2G/3G y las redes en extinción. VoLTE facilita las llamadas de voz a través de redes 4G, garantizando la compatibilidad entre tecnologías más nuevas y más antiguas.

Si bien una red 2G/3G no es inherentemente compatible con VoLTE, ahora existen soluciones para permitir la transferencia de datos, convirtiendo de manera efectiva las llamadas de voz tradicionales con conmutación de circuitos a VoLTE. Esto permite una conexión de roaming entre las dos redes, cerrando la brecha de interoperabilidad y permitiendo a los operadores ofrecer una experiencia de roaming perfecta para los usuarios que realizan la transición de redes heredadas a redes 4G/5G. El roaming VoLTE también ofrece varias ventajas sobre los servicios de voz con conmutación de circuitos más antiguos, incluida una calidad de voz mejorada, tiempos de configuración de llamadas más rápidos y la capacidad de utilizar servicios de datos simultáneamente durante las llamadas de voz, un beneficio adicional para los roamers.

Sin embargo, los operadores deben superar varios desafíos para garantizar que estas soluciones sean efectivas:

Interoperabilidad de la red del operador: Lograr un alto nivel de integración y acuerdos de itinerancia adecuados puede requerir una amplia coordinación y negociación.

Precios: A pesar de los acuerdos de interoperabilidad, los precios de los servicios VoLTE pueden diferir entre los operadores, lo que podría dar como resultado modelos de precios diferentes o mayores costos para los usuarios de itinerancia.

Compatibilidad del dispositivo: Es posible que los dispositivos más antiguos, especialmente aquellos diseñados para redes 2G/3G, no siempre sean compatibles con VoLTE. Esta limitación puede obstaculizar la capacidad de los usuarios de itinerancia para beneficiarse de la solución y crear brechas en la disponibilidad del servicio.

Lograr el equilibrio adecuado

Si bien la desaparición de las redes 2G y 3G es imperativa para el avance de la industria de las telecomunicaciones, se debe lograr un equilibrio entre adoptar nuevas tecnologías y garantizar la interoperabilidad para los roamers que realizan la transición desde redes heredadas.

Lograr este equilibrio requiere esfuerzos de colaboración y el establecimiento de marcos para garantizar transiciones fluidas y seguras para los usuarios de itinerancia. Se deben promover iniciativas de estandarización, como los acuerdos de roaming VoLTE, para facilitar servicios de voz fluidos en diversas redes. Los operadores también tienen la responsabilidad de apoyar a los clientes de itinerancia en este panorama en evolución. Esto podría implicar una comunicación clara sobre los cambios en la red, orientación sobre la compatibilidad de los dispositivos e incentivos para actualizar a dispositivos 4G y 5G. Este enfoque proactivo podría mitigar posibles perturbaciones y minimizar la brecha digital.

Por último, es primordial garantizar el acceso ininterrumpido a los servicios de emergencia. Si bien las soluciones VoLTE ofrecen un progreso sustancial en esta área, es posible que los operadores necesiten explorar soluciones alternativas de comunicación de emergencia, como los servicios de emergencia sobre IP (ESoIP), para garantizar la seguridad de los roamers independientemente de su dispositivo.

El progreso en la industria de las telecomunicaciones a menudo se compara con una “carrera”, ya sea hacia 5G independiente, la división de redes o 6G, el próximo hito objetivo (y motor de ingresos). La competencia impulsa la innovación, pero es esencial que la industria colabore y garantice que no queden brechas ni puntos ciegos tras el progreso. La industria tiene la obligación no sólo de reducir la brecha digital sino también de garantizar un acceso equitativo a los servicios de emergencia. Sin soluciones adecuadas, los operadores corren el riesgo de perder posibles oportunidades de ingresos.

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